14 de mayo de 2011

Fútbol como ideología: Relacion con los medios de comunicación y el capitalismo

- ¿Tenía la misma importancia el fútbol hace 20 años que ahora? ¿Han sido importantes los medios de comunicación?

La mundialización del fútbol es hoy un hecho, como lo es la mundialización de la economía y de la política. Pero esta mundialización además vino acompañada de la presentación del fútbol como un gran espectáculo que va más allá de la innegable popularidad que posee. Un espectáculo equiparable al arte, al cine y al teatro; es decir, un espectáculo accesible y acorde a todos los públicos, independientemente de su condición social y lugar de procedencia (Debord, 2000).

La cobertura informativa permanente ha sido el principal cimiento que ha soportado el salto cuantitativo y cualitativo que ha experimentado el fútbol como acontecimiento mediático en los últimos veinticinco años en España. En 1980 el total de tiempo de televisión (televisión española) dedicado exclusivamente al fútbol, en toda una semana, fue de una hora y no se retransmitieron partidos ni en directo ni en diferido. La cobertura que se le daba al fútbol se circunscribía a los minutos deportivos de los telediarios y de los programas deportivos de entonces, donde el fútbol no necesariamente era el principal protagonista de la información.

Veinte años después, las horas de televisión dedicadas al fútbol son significativamente superiores. En el período indicado se retransmitieron entre la primera y la segunda cadena de televisión española partidos de fútbol, programas especiales sobre la Champions League, informaciones previas a los partidos, un programas anteriores a los partidos y el resumen de la jornada en imágenes. En definitiva: casi doce horas dedicadas exclusivamente al fútbol. Las "otras" modalidades deportivas retransmitidas en la televisión estatal quedan relegadas, en el mejor de los casos, a Estadio 2 los sábados y domingos y, en el peor, a Teledeporte, algunos días entre semana sobre las tres o cuatro de la madrugada.

Si anteriormente el fútbol tenía en los medios de comunicación una cobertura limitada a unos espacios y tiempos reducidos, hoy en día la oferta y la demanda de deporte en general, y de fútbol en particular, se ha incrementado como nunca antes había sucedido, no sólo en televisión, sino también en prensa y radio, además de Internet (González Ramallal, 2003_b).


- ¿Qué repercusión social tiene el fútbol? ¿Tienen los datos anteriores y el fútbol, algo que ver con el capitalismo?

El fútbol fue concebido como actividad deportiva con fines de recreación y bienestar físico. En sus comienzos, afirma Vinnai Gerhard en su libro El fútbol como ideología, se “toleraba factores lúdicos”, pero “los ha ido eliminando progresivamente”, nadie imaginaria el impacto social que ha llegado a tener en el mundo moderno industrializado.

Los medios de comunicación han contribuido a su globalización y deformación de actividad deportiva y de diversión, a mercancía y distractor ideológico, debido a las grandes ganancias que el lucro de este deporte deja, ya que “el espectáculo deportivo es una verdadera fábrica de sentimientos masivos”, explica Jean-Marie Brohm en su análisis Sociología política del deporte.

El fútbol como deporte, se ha convertido en todo un sistema ideológico a partir de su masificación y popularidad, adoptado diversas funciones en el ámbito social. Indudablemente está ligado al movimiento de las masas, debido a que, subraya Jean-Marie Brohm, “el universo deportivo está poblado mitológicamente de héroes” y los héroes deportivos son entes de atracción popular idolatrados por muchos.

No solo en el ámbito político es donde se le ve funcionalidad a la popularidad del fútbol, también es funcional en cuanto a la economía, porque es mercancía: “El deporte, desde su nacimiento, en tanto que fenómeno social, se ha visto incluido en la red de las relaciones económicas”, analiza Jean-Marie Brohm .

Según Laguillaumie en su texto Deporte, cultura y represión “Los deportistas-mercancía, ya sean aficionados o profesionales, son tratados y manipulados con todos los métodos del marketing aplicados al mercado deportivo”, matiza Pierre Laguillaumie en su texto Deporte, cultura y represión.

En la actualidad existen elementos rescatables que aportan mucho de las bases para que el futbol tenga tanto arraigo en todo el mundo como ideología. Para Pierre Laguillaumie, “por medio del club, el obrero hace la experiencia, no ya de las relaciones de clase, sino de las relaciones humanas”, es por eso que el futbol llega a mover masas, porque por un momento la práctica natural de este deporte sin toda la estructuración mediática y capitalista permite una armonía de relaciones humanas.

No es que el fútbol en su naturaleza este mal o haya que satanizarlo, sino que en este sistema de producción capitalista globalizado, en el que los aspectos funcionales para el estado son los que permitan una alineación de la gente, el futbol-espectáculo y su contexto mercantil, es una forma de ideología que puede tender a ser enajenante y distrae la atención de las problemáticas sociales.

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